Motigo Webstats - Web site estadísticas gratuito El contador para sitios web particulares
Contador gratuito

martes, 27 de noviembre de 2007

Esto no sucede en Aranda, ¿verdad?

Me levanté por la mañana, con el letárgico y trágico pombar de las palomas, ésas que devastan con sus detritus los muros Católicos de Santa María la Real, mía como tuya. Me aupé de la cama y la ventana me mostraba el panorama mismo, el de todos los días: el mismo puente sobre el Arandilla, a la altura de la Avenida de Burgos, nuevecito, que tiene por misión descongestionar el tráfico de la ciudad, y que, aún prometido, nunca se lanzó de orilla a orilla; las hongos de ladrillo y hormigón que florecen sobre el micelio de Montehermoso y que ningún concejal ha dado un paso adelante para evitarlo – aunque ha sido el lamento común - , y que siempre se edifican, y más, y más; las edificaciones que empequeñecen las calles, de tanto que sobresalen, cada días minúsculas las aceras para dar más cabida al vehículo, y siempre más; las modernas instalaciones deportivas que surgen entre los polígonos industriales, tan alejados de la población que se hace inevitable, coger el “zeodos”, con la consiguiente conciencia “Algore” pronosticando nuestra culpabilidad y pidiéndonos otro premio (¡que le den el zarcillo con z de p!); los iguales rostros concejalíes entrando a la casa consistorial desde hace la friolera de treinta años o más, como poco (aquellos nuevos, se tornan avejentados al contacto con el ambiente pleno del Pleno Plenipotenciario y que les subsume bajo un solo nombre: Leones o Guerreros)
Canso de mirar al mismo lado, opto por el aseo ciego, donde lavo las legañas pegajosas, que no hallaran colirio que las venza y restituya mi mirar rosa. Me siento a la mesa, ante un café negro, fuerte, caliente, gracias. Salgo del hogar, como en un anuncio, el adiós de todos los niños y de todas las mujeres, y bajo las escaleras del edificio donde se encuentra, construido con una licencia municipal a posteriori y que preciso para su ocupación de modificaciones especiales en el PGOU.
En el portal, inicio los ejercicios gimnásticos de estiramiento muscular, ora del bíceps, del cuadriceps, de los glúteos, etc., etc. Cuando creo que me siento especialmente preparado, abro la puerta, la sujeto con una calza de madera, y, así, mientras permanece abierta por completo, cojo carrerilla desde los buzones, principio la carrerilla con la que adquiero velocidad, y salto el coche aparcado ante la puerta, con la esperanza de que no transite, en ese momento, otro coche que me golpee y me contusione, o algo peor.
Al saltar, en el aire, cierro los ojos, y pienso en mis vecinas, las que tienen que parir, cómo se las maravillarán para saltar con cochecito y todo.

No hay comentarios: