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martes, 30 de octubre de 2007

Sin animo jodedor

¡Qué fantástico caminar por Aranda! Ni una sola acera levantada ni un solo aparcamiento subterráneo en ejecución ni una solitaria pasarela para viandantes elevándose sobre el asfalto ni un sola empresa que augure que los vecinos van a sufrir las obras que ejecutarán el soterramiento de los residuos orgánicos ni el atisbo de que se acabará por peatonalizar la mayor parte de las calles, porque los concejales entiendan que la ciudad no es para los coches, que la ambientalidad de la misma pasa porque el tráfico y su ruido discurra por otros lares.
Nuestro ayuntamiento, loado sea, no ha realizado ni una sola obra en los últimos dieciséis años de legislaturas alternas, no ha puteado a sus vecinos como sí lo han logrado impecablemente otras ciudades con concejales de ánimo “jodedor”
Los vecinos de esos otros concejales, han verificado como sus impuestos se han disuelto en obras de renovación de todo lo urbano y lo imposible, mientras daban vueltas y revueltas para poder acceder a sus viviendas, y se abría el suelo bajo sus pies y advertían el vértigo de lo infernal en los cimientos de su vivienda o se quedaban sin el aparcamiento frente a su casa, porque a la calle en la que viven, la han reformado para peatones (cosa de los nuevos tiempos tristemente medioambientales)
En Aranda tenemos el honor de que nuestros impuestos sirven para… ¡bueno!, para lo que sea, pero, al menos, no para jodernos y llenarnos de reformas y plagarnos de montañas de areniscas, cementos y pedregales, de “currelas” que van de aquí para allá en dumpers mientras uno de ellos nos impide el paso o nos da paso, nos impide el paso, nos da el paso… no para reformar a bien a la Villa
Por cierto, no cuenta el espectáculo curioso y electoral que cada dos legislaturas se promueve y que consiste en el asfaltado de calles ni el que se colmen baches porque un bufón que escribe aquí les otorgue nombre…
Desde hace más de veinte años ha que un Alcalde en Aranda no promueve el disgusto para sus vecinos de ver cómo se reforma plazas, calles, no intenta horadar aparcamientos…
Si no falla mi memoria, el último en hacerlo fue Ricardo García…
Coda: a cuento de Ricardo, el año venidero se cumplirán treinta añazos de la aprobación de la Constitución, y bien estaría que, estos mandatarios actuales que se la encontraron hecha, promuevan, en un acto de espontaneidad, un reconocimiento público hacia los alcaldes, y los concejales, que entonces la tuvieron que presentar al pueblo, erguirla, y construir con ella un nuevo orden social (ya que prescindieron de la oportunidad en las bodas de plata…)
Diario de Burgos, Octubre 2007