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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Sexo, trabajo y grabadoras

En la novela de Marta Rivera de la Cruz, Que veinte años no es nada, hay un personaje, que quiere salvar el honor de otro. Escribe una carta al periódico y él mismo la lleva en mano. El director del periódico le rechaza publicarla y el personaje le reprocha su actitud y le apunta que aprenda mucho en el sexo, que si no permite que disfrute más y más sexualmente a la Presidenta del periódico, irá a la calle.
Tras la lectura me detuve a considerar si el sexo influía hoy en el trabajo, como antiguamente, cuando se sonreía la gente de la funciones de “secretaria”.
Esta influencia no la constataré si no me la cuentan, y tendré que salir a la calle y preguntar a unos y a otras.
Me responde, en primer lugar, una persona de mediana edad, que me enumera todos y cada uno de los amantes que en el trabajo tuvo, con pelos y lunares, e, incluso, tuvo que aguantar, recalca, la llamada de la mujer de uno de ellos que le pedía lo permitiese volver a casa enumerándole los hijos que le esperaban.
Topé a continuación con quien me señaló que el conoció a un concejal aproveitado (que señalan los gallegos) que hacia intervenir sexualmente a su mujer para que le facilitase con ello los “ascensos”.
Un alumno me confiesa que se acostó con una de sus profesoras para obtener una buena nota en la asignatura, y se vanagloria que además la mujer era de buen ver y la satisfizo; lo que me retrotrae a mi magín un alumno de mi promoción que se acostó con uno de los profesores, el de mayor peso específico, lo que le permitió aprobar en todas las asignaturas – hasta que se cruzó en su vida una compañera de buen ver, abandonó al profesor y no volvió a aprobar nada.
Una mujer me confiesa que a ella la han intentado utilizar en sentido sexual por parte de su jefe, que la requería dichos favores, pero toda la otra gente con quien lo intentó, llevaba grabadora. Le grababan y se grababan los unos a los otros.
- Desnuda a tus amantes hasta de grabadoras, o andarás escaldado, me advierte.
¿Se graban los unos a los otros? Me acerco a una de estas tiendas que venden de todo un poco, e indago sobre el tema. La dependienta, amable y sencilla, un cielo, me indica que sí, que las grabadoras son los elementos que más venden. Incluso ella me indica que la gente la utiliza para el trabajo, para las amantes, para los hermanos y demás familia.
- Si conversas con alguien o te tumbas sexualmente, retírales la grabadora.
Siendo así, no me extraña que nadie hable con nadie.
(DIARIO DE BURGOS 24 DE SEPTIEMBRE DE 2008)