La noticia de este fin de semana, nos alegra a todos.
Al momento en que escribo estas líneas de alegría, me entero que se enfrentará con el Ejea de los Caballeros, equipo maño, de las cinco villas. El Ejea viste igual que
El Ejea es un equipo que juega con las líneas muy juntas, sin perder sus referencias y moviendo el balón con criterio. Se encarga de dirigir el juego, Rafa Franco o Manolo Franco, que forman un triángulo a la izquierda con Charly Martinez y Diego Gómez.
El juego pivota principalmente a la izquierda, para generar huecos en la derecha, por donde entra Flamarique y Bugui o Bruna, que reciben el balón en cambios de orientación rápidos y que causan estragos de precipitación en el contrario. No en balde han obtenido muchos goles de penalti en esta forma de juego. Como visitante, los números cantan, cada 32 minutos han hecho un gol. Evidentemente mueven rápido el balón estos cuatro jugadores.
En defensa, son fuertes y pragmáticos, no dudan en exceso, y han logrado que los contrarios ¡le hagan gol cada 82 minutos!
Se ha de tener cuidado, además, con el juego a balón parado, tanto en faltas y saques de esquina, a los que sube Aranda, curiosamente.
Se les puede ganar, por supuesto. Son hombres con un corazón, dos piernas y dos brazos, que se bloquean. El Zaragoza B les endosó un 1 – 4, en el estadio del Ejea. ¿Cómo? Pascual y Miki, se pusieron sobre Manolo Franco, que no vio la salida natural a la izquierda sobre Charly Martinez y la vigilancia sobre Bruna, impidió que le llegara el balón y el penalti.
Desconectado el juego, el nerviosismo se apoderó de la salida del balón, que se jugaba hacia atrás, hacia una defensa poco acostumbrada a tener que lanzar balones en largo, lo que les hizo “fallones”, según definió el partido el periódico local. El caso es que ambos fueron sustituidos, porque eran incapaces de vertebrar al equipo.
A pesar de que los números estadísticos hablan de un gran equipo con mucho fútbol, son vulnerables, muy vulnerables, si se les atenaza.
Adelante, chavales, la victoria es vuestra.